Ahora te quiero contar algo que me está haciendo súper bien, y que creo que te va a encantar si estás buscando una forma natural de relajarte, dormir mejor, aliviar tensiones… ¡y además cuidar tu piel y tu salud! Se trata de la reflexología podal con aceite de magnesio, y te juro que es un pequeño ritual que me encanta.
La reflexología podal no es otra cosa que un masaje en los pies, pero no cualquier masaje. Hay puntos específicos en la planta del pie que están conectados con distintos órganos del cuerpo. Es como si al tocar ciertas zonas, enviaras señales a tu sistema nervioso para que todo se equilibre.


Y aquí viene lo más lindo: cuando la reflexología se hace con aceite de magnesio, los beneficios se potencian muchísimo. El magnesio se absorbe súper bien por la piel (¡mejor que tomándolo en pastillas!), y ayuda a:
Relajar músculos y nervios, ideal si estás con estrés o no podés dormir.
Aliviar calambres o piernas pesadas, sobre todo si estás muchas horas de pie o caminando.
Mejorar el estado de ánimo, porque calma y reconforta.
Y de paso, ¡Te deja la piel suave y nutrida!
🌿 Si lo haces por la noche, notarás cómo mejora la calidad de tu sueño.
Una manera excelente de cerrar con broche de oro este ritual es usando crema de magnesio después del masaje. Me encanta porque sella todo el efecto del aceite, es perfecta para hidratar, pero también para continuar con los beneficios relajantes del tratamiento, además te deja una sensación de descanso total.
De verdad, te lo recomiendo de corazón. Es un ritual sencillo, pero poderoso. Tu cuerpo, tu mente y tu piel te lo van a agradecer 💜.
